sábado, 28 de julio de 2007

"Sucede que me canso de ser hombre"

A veces siento que la oscuridad es la madre de todo lo humano. Y no me refiero solamente a las retorcidas convulsiones de las mentes de los hombres que intentan disimular su maldad a través de apariencias y supuestas intenciones altruistas. Ni me refiero a los gobiernos que se rien con el corazón en la mano (y supuestamente con un corazón grande) mientras se agradan de las muertes y desmembramientos de aquellos que alguna vez depositaron sus esperanzas en aquellas fingidas cercanías de aquellos que jamás han conocido la pobreza.
Me refiero a que cada vez que miro a los ojos de las personas que trabajan conmigo esta en mi la absoluta seguridad de que jamás llegare a ver un rostro cierto o por lo menos, uno que quiera serlo, que no lo sea a pesar de si mismo.
Hay un rincón oscuro en el alma pero todos son tan simples como los mosquitos que se acercan a la lámpara sin que les importe que la tira de insecticida este pegada a ella.
Nos acercamos cada vez a más a la destrucción de lo humano mismo y tal vez es mejor que así sea, digo, pues nada de lo humano ha traído cosa diferente al mundo que podredumbre y corrupción.
Cuando Baudelaire escribió sus maléficas flores entendió la agonizante bondad de los espíritus humanos que ya en su época exhalaba su último aliento. Qué podríamos nosotros esperar de una época como la nuestra en la que no solo existe la ya sabida corrupción e inclinación natural al mal sino que en la misma esfera publica esa inclinación es desfachatada.
Pablo Neruda dijo: “Sucede que me canso de ser hombre”…

Anoche, al volver a la ciudad después de otra cadena de saludos y reuniones y acentos ordinarios de supuestos ejecutivos descansé l llegar a la que, espero, algún día tenga apariencia de casa. Todo esta tan revuelto y hay cajas y cajas y más cajas con cosas que no se si podré acomodar alguna vez porque hace tanto que no tenia un lugar fijo en mi vida que me da miedo poner orden si se que mis objetos ya están acostumbrados a su vivienda de cartón.
Me puse a leer, como suelo hacer desde que ya no puedo seguir el hilo de ningún estupido programa de televisión y desde que perdí la memoria de una noche de sueño decente… Me encontré de nuevo con Issidore Duccase y encontré, como siempre en ese libro, (Cantos de Maldoror), la descripción de lo que me pasa
:(...)Hay horas en la vida en que el hombre de melena piojosa lanza, con los
ojos fijos, miradas salvajes a las membranas verdes del espacio, pues le parece
oír delante de sí, el irónico huchear de un fantasma. El menea la cabeza y la
baja; ha oído la voz de la conciencia. Entonces sale precipitadamente de la casa
con la velocidad de un loco, toma la primera dirección que se ofrece a su
estupor, y devora las planicies rugosas de la campiña. Pero el fantasma amarillo
no lo pierde de vista y lo persigue con similar rapidez. A veces, en noches de
tormenta, cuando legiones de pulpos alados, que de lejos parecen cuervos, se
ciernen por encima de las nubes, dirigiéndose con firmes bogadas hacia las
ciudades de los humanos, con la misión de prevenirles que deben cambiar de
conducta, el guijarro de ojo sombrío ve pasar, uno tras otro, dos seres a la
claridad de un relámpago, y, enjugando una furtiva lágrima de compasión que se
desliza desde su párpado helado, exclama: Por cierto que lo merece; no es más
que un acto de justicia. Después de haber dicho esto, recobra su actitud huraña,
y sigue observando, con un temblor nervioso, la caza de un hombre, y los grandes
labios de la vagina de sombra, de donde se desprenden incesantemente, como un
río, inmensos espermatozoides tenebrosos que toman impulso en el éter lúgubre,
escondiendo en el vasto despliegue de sus alas de murciélago, la naturaleza
entera, y las legiones de pulpos que se han vuelto taciturnos ante el aspecto de
esas fulguraciones sordas e inexpresables. "

Se que en algún momento ya esta calma del silencio no va a bastarme y tal vez necesite de nuevo una de esas chillonas voces femeninas que me grite en el oído y me pida algo… se que de nuevo necesitare jugar a que existe algo adentro de esas siluetas y bajo esas texturas de la blanca piel… y revolver cabellos y apretar miembros mientras mi alma se vacía de algún modo de esta semilla de oscuridad y abismo que parece estar a punto de consumirla.
Pero mientras todas las mujeres que conozca estén preocupadas por saber si es verdad que gano más que sus esposos o se preocupen por saber cómo hice para tener este trabajo si soy joven (en apariencia) no me va a quedar otra salida que dedicarme a la cursilería de escribir y seguirme llenando de esta rabia por vivir en un mundo en el que nadie se pregunta siquiera las razones por las que yo estoy acá y ellos no… a todos los que me rodean les parece obvio, pero me estoy cansando de ser efectivo, buen jefe, buen compañero de juego o lo que sea… Hay un detrás, que espero alguien pueda vislumbrar.