jueves, 16 de agosto de 2007

Detesto la paranoia

Detesto la paranoia. Bueno, la falsa paranoia de estos remedos de persona que se creen el centro del mundo o que creen que su desgracia es infinitamente más grande que la de los demás.
Sobre todo en el segundo caso, es una cosa decepcionante... me decepciona del género humano que alguien crea que una infidelidad o una cosa tan superflua y barata como una discusión de pareja son el fin del mundo. Tal vez deba serlo para quienes piensan así.
Mi vida no es un jardín de rosas pero puedo decir que he hecho de ella un acontecimiento no solo soportable sino útil. Porque de nada sirve sentarse toda la vida a lamentarse o a esperar la caridad ajena si en el camino no se están haciendo cosas que le den un propósito medianamente valioso a la propia existencia.
Estanislao Zuleta dijo que el grave problema es que deseamos mal:

Puede decirse que nuestro problema no consiste solamente ni principalmente
en que no seamos capaces de conquistar lo que nos proponemos, sino en aquello
que nos proponemos: que nuestra desgracia no está tanto en la frustración de
nuestros deseos, como en la forma misma de desear. Deseamos mal.
En lugar de
desear una relación humana inquietante, compleja y perdible, que estimule
nuestra capacidad de luchar y nos obligue a cambiar, deseamos un idilio sin
sombras y sin peligros, un nido de amor, y por lo tanto, en última instancia un
retorno al huevo. En vez de desear una sociedad en la que sea realizable y
necesario trabajar arduamente para hacer efectivas nuestras posibilidades,
deseamos un mundo de satisfacción, una monstruosa sala-cuna de abundancia
pasivamente recibida.


Ese es el gravísimo problema de la gente: que busca cosas ideales cuando ellos mismos lo que pfrecen es una miseria. Me estresa. Hay una muchachita por ahí que piensa que su vida es la más desgraciada y tal vez es porque ella es un desastre...
Hay personas a las que a uno le gustaría ayudarlos a liberarse.. pero para siempre...
Liberarse de ese deseo de ser feliz para siempre en una casita rosadita con un jardín de florecitas y tres mocosos jugando... una vida aburrida, sin problemas, sin necesidades... Si tanto desean una vida así y se quejan tanto de su vida actual pues tal vez lo mejor sea que renuncien de una vez por todas al asunto o dejen de quejarse y fastidiar y hacerlo a uno perder el tiempo.... porque a nadie, lo juro, le interesa que sus vidas sean un despropósito.

1 comentario:

Nowhereman dijo...

No puedo estar mas deacuerdo con usted, hay que huir con vehemencia de la pusilanimeria, me parece haber leido alguna vez la cita de Zuleta ¿de donde es?... En esta sociedad de excesos de comodidades y de excesos de hedonismos todo esta dirigido a un compulsivo "retorno al huevo" nada mas los mitos, (fundamentos de una cultura) estan dirigidos a un anhelo a paraisos perdidos y a culpabilidad por el sufrimiento.

Es bueno encontrarse de vez en cuando en la blogosfera uno que otro desilusionado (no-iluso)... lo voy a enlazar. Saludos...